El idioma rumano, cada vez más aprendido por los españoles

8

En los últimos años hemos notado un crecimiento en cuanto al número de los españoles y de las personas de otras nacionalidades que han mostrado mucho interés en aprender el idioma rumano. Distintas instituciones públicas de la Comunidad de Madrid ofrecen cursos de rumano para los interesados. Entre ellas, los dos Centros Hispano-Rumanos, el de Coslada y el Alcalá de Henares, la Escuela Oficial de Idiomas de Madrid, el Instituto Cultural Rumano de Madrid y, no en el último lugar, el Centro de Lenguas Extranjeras de la Universidad de Alcalá. Precisamente sobre el curso impartido en este centro hemos hablado con Ileana Bucurenciu, Doctora en Filología por la Universidad de Bucarest (1982), con la tesis en literatura comparada “Grotesco en el teatro contemporáneo: Ionescu, Beckett, Arrabal y Marin Sorescu”. Ileana vive en la ciudad cervantina desde 1997 y, a partir del año 2003, es lectora de lengua y cultura rumana en la Universidad de Alcalá.

Ana-Maria Marinescu: Como profesora de rumano en el Centro de Lenguas Extranjeras de la Universidad de Alcalá, háblenos un poco sobre Usted y sobre el curso que imparte, así como sobre los requisitos de los asistentes, los beneficios que aporta este curso, etc.

Ileana Bucurenciu: Llegué a Alcalá de Henares en el año del 450º aniversario del nacimiento de Cervantes, es decir en 1997. Venía con una beca de hispanista después de haber impartido, durante unos años, el Curso Cervantes en la Universidad de Bucarest. Era para mí una gran oportunidad. Pero la mejor oportunidad era poder estar más tiempo al lado de mi marido, poeta y periodista cubano que, después de dos años de “tormentas” en Bucarest, trataba de retomar su vocación en su patria madre. Pero las tormentas acababan de empezar porque era el comienzo de nuestro exilio… El Centro de Lenguas Extranjeras de la Universidad de Alcalá fue para mí una oportunidad extraordinaria. Y no solamente para mí. No se trata sólo de enseñar la lengua y de dar a conocer la cultura rumana a través de las clases o de las distintas actividades  – como la recientemente conmemoración de los dos grandes poetas rumanos, Lucian Blaga e Ion Barbu-. Como decía el profesor Georg Pichler, director del Centro, cuando en 2003 aceptó mi propuesta de impartir el curso, se trata de una oportunidad para los rumanos que han venido a España cuando tenían 5-8 años, o los que han nacido aquí y en algún momento tendrán la necesidad de perfeccionar su lengua materna, olvidada o parcialmente aprendida.  El curso de lengua rumana forma parte de los Estudios Propios de la Universidad de Alcalá, y tiene una gran ventaja: es a nivel universitario, destinado a los estudiantes de la Universidad que consiguen créditos (de 3 a 15), el único requisito siendo ser mayor de edad. Pero también tiene una desventaja, que es el coste, si los comparamos con los cursos de rumano impartidos en el Centro Hispano-Rumano de Coslada o el de Alcalá de Henares, el del Instituto Cultural Rumano o incluso el de la Escuela Oficial de Idiomas. El curso de nuestro Centro tiene un precio bastante elevado, unos 200 euros para 45 horas pero los estudiantes de nuestra Universidad benefician de un descuento. El curso tiene varios niveles – elemental, medio, avanzado y superior y, dependiendo del calificativo obtenido, se pueden conseguir becas.

A.M.M.: ¿Qué opina Usted sobre el rumaniol (una mezcla de rumano y español, de tipo spanglish, que hablan los rumanos que viven en España)?

I.B.: Tengo entendido que el término rumaniol (siendo una palabra española cuya raíz es rumano, debería escribirse con ñ, mientras la versión rumana sería romaniol) apareció en los años ’60, cuando los estudiantes cubanos que vivían en Rumania, igual que los rumanos ahora en España, sufrieron un proceso de adaptación a las nuevas normas lingüísticas. Es un proceso normal que responde a un principio elemental, el del mínimo esfuerzo. Si para una o dos situaciones puede ser aceptado como una solución de momento, hasta ingeniosa y simpática, de ninguna manera ha de ser aceptado como una solución definitiva que, por pura comodidad, puede llevar a la mutilación del idioma rumano. Hay quien afirma que incluso nos encontramos con un nuevo idioma. A pesar de que esta afirmación me parece exagerada, por no decir peligrosa, el fenómeno existe, es complejo y amplio, y se merece toda la atención. Hay estudios científicos (la Dra. Eugenia Popeanga de la Universidad Complutense coordina varias tesis doctorales, realizadas por estudiantes españoles o rumanos, que tratan este tema) que llevan a la conclusión que, una vez los rumanos estén totalmente integrados en la cultura española, este fenómeno ya no será uno masivo. Seguirá existiendo, por supuesto, pero sin „amenazar” al idioma rumano. Esto también será posible si nuestra lengua será defendida como corresponde, a través de medidas oficiales y no oficiales.

A.M.M.: Los propios españoles dicen que ellos tienen muchas más dificultades a la hora de aprender rumano que los rumanos en aprender el español, a pesar de la semejanza de las dos lenguas „hermanas”. ¿Cuál es su opinión al respecto?

I.B.: Seguramente hay muchos factores que intervienen en el aprendizaje de un idioma. No sé si se trata de la dificultad de los españoles o de la facilidad de los rumanos. Visto desde esta perspectiva, yo diría que la facilidad de los rumanos para aprender lenguas extranjeras tiene su explicación justamente en la complejidad (fonética, gramatical y lexical) de nuestro idioma, que se convierte en un punto de partida para asimilar cualquier otro idioma. A esto se le superpone una mentalidad específica. Nosotros, los rumanos, somos un pueblo que tuvo que enfrentarse a muchos otros pueblos que no conquistó creando imperios, pero que tuvo que soportar y a los que no tuvo más remedio que adaptarse. Estamos abiertos y tenemos respeto para cualquier otra realidad. Esto, estoy segura, influye mucho la capacidad de asimilación de un „cuerpo extraño” como es la lengua.

Ana-Maria Marinescu