Daniel Velázquez, un gran Amicus Romaniae
Bajo la coordinación de Daniel Velázquez, los dos centros Hispano Rumanos de la Comunidad de Madrid destacaron por su gran variedad de actividades. Gracias a la dedicación y a la afición por la cultura rumana del coordinador – Daniel Feito puede hablar de la historia y de la geografía de Rumania como si de su propio país se tratara -, los usuarios de ambos centros tuvieron contacto directo con cantantes (Pro Consul, Marcel Pavel, Stefan Hrusca etc.), actores (Sebastian Papaiani, Mircea Albulescu, Dorel Visan etc.) o políticos rumanos muy notables (Petre Roman), así como con grandes personalidades – S.M. la Reina Doña Sofía y María Basescu, esposa del presidente de Rumanía, Traian Basescu, visitaron el Cepi de Alcalá en el 2007. Por su gran labor en los dos centros, Daniel Velázquez ha sido galardonado con distintos premios. Destacamos el titulo honorífico “Amicus Romaniae”, ofrecido por el Instituto Cultural Rumano de Madrid en el 2010, y el premio “Bun Venit”, valorado en 5.000 euros, que Movistar entregó al CEPI de Coslada gracias a la fructuosa colaboración con el mismo.
Ana-Maria Marinescu: La jubilación es una etapa de la vida que mucha gente espera para poder dedicarse a las cosas que más quieren, para vivir con tranquilidad… ¿Cómo ve Daniel Velázquez la jubilación y qué planes tiene para el futuro próximo?
Daniel Velázquez: En mi caso nunca ha sido una ilusión llegar a la edad de jubilación. Es algo nuevo pero no esperado. En mi larga vida he podido realizar muchos de mis sueños. En mi etapa como cantante, después en el Ayuntamiento de Madrid coordinando los temas culturales y después en los Cepis; en fin, que no deseo la jubilación como no sea para tener esa tranquilidad que sí, es verdad, necesito aunque más por motivos de salud que por otra cosa.
A.M.M.: Conociéndote, sé que sólo vas a dejar el mando del Centro Hispano-Rumano, pero que no vas a poder olvidarte de los rumanos a los que tanto cariño y aprecio tienes. ¿Es así?
D.V.: Rumania ha sido y es algo fundamental en mi vida. Sois parte muy importante en mi desarrollo como ser humano tanto por la gente que he conocido por mi trabajo como en el plano personal. La jubilación no quiero que sea motivo de separación sino todo lo contrario.
A.M.M.: Has estado cinco años y medio al mando de los centros Hispano-Rumanos de la Comunidad de Madrid: tres en el de Alcalá y dos y medio en el de Coslada. Mirando atrás, ¿cuál ha sido tu mejor logro en todos estos años?
D.V.: El llegar a desarrollar una faceta como es la inmigración y sentirme atrapado con su significado. Me siento más persona, más cercano. He sentido sus problemas, sus alegrías, sus fracasos y he llegado en muchos casos a hacerlos míos.
Los Cepis son el mejor regalo que se ha conseguido en la política madrileña. Una necesidad y un acierto. El ICR me consideró con un trofeo que me acredita como amigo de Rumania, nuestra reina tuvo a bien visitarnos en Alcalá. Muchos políticos, artistas, escritores han colaborado en el desarrollo de los centros, que más se puede pedir.
A.M.M.: En la misma línea de la inmigración rumana, ¿ha habido algún objetivo que te hayas propuesto y que no has podido cumplir? Si es así, ¿cuál y por qué motivo?
D.V.: Prefiero acordarme de los objetivos cumplidos, del acercamiento entre pueblos tan importantes para el conocimiento de Europa como son España y Rumania.
En estos últimos años la crisis económica ha mermado las posibilidades de hacer más cosas y eso es algo que me ha condicionado mucho tanto a nivel personal como profesional.
A.M.M.: En cuanto a los CEPIs, ¿cuál es el mejor recuerdo que te llevas?
D.V.: Sin lugar a duda el mejor recuerdo está en la cantidad de personas que he conocido y en muchos casos la amistad sincera que me han brindado.
Los compañeros y colaboradores con quien he tenido ocasión de aprender y que me han dado una nueva dimensión a mis sentimientos.
A.M.M.: Como buen conocedor de los rumanos y por tu experiencia laboral, ¿qué consejo darías a los españoles que trabajan con los rumanos?
D.V.: A los mas reacios que entiendan que están ante un pueblo tan antiguo y europeo como nosotros, que son gentes que han tenido que dejar sus casas para buscar un mundo mejor. Sé que hay otro sector que valora la capacidad de trabajo bien hecho que protagoniza el colectivo rumano, que en su inmensa mayoría son personas con una buena preparación laboral e intelectual.
A.M.M.: ¿Algún deseo para los profesionales de los CEPIs que han estado a tu cargo?
D.V.: Sinceramente que en la mayoría de las ocasiones he llegado a quererles como a alguien muy cercano. Que son profesionales con una preparación total, y entregados. Para este trabajo no solo necesitas capacitación, por encima de todo se necesita vocación y tanto el personal de Alcalá como el de Coslada son profesionales vocacionales. Agradezco no solo a mis compañeros, también a la Comunidad de Madrid por medio de sus responsables en inmigración y como no a la Fundación Iberoamérica Europa que ha creído en mí y a quien deseo que siga su lucha para conseguir que sus profesionales trabajen con la dignidad que se merecen.
¡Hasta luego, pero no adiós!
Cuando conocí a Daniel Velázquez, nunca me imaginé que iba a llegar a trabajar con él. Fue en uno de los muchos conciertos que organizó, trayendo a cantantes rumanos a España, como un regalo para los rumanos de aquí y para dar a conocer a los españoles la cultura rumana que él tanto quiere. Pero la vida siempre nos sorprende y los caminos de la gente se cruzan, se separan, y vuelven a intersecarse en los momentos menos pensados.
Después de dos años y medio de trabajar a su lado, puedo decir que me siento muy afortunada de haber tenido esta oportunidad y es para mí un gran honor ser una de las personas que conocen a Daniel Velázquez, el compañero, el profesional, el hombre de cultura y, lo más importante, el gran ser humano. A pesar de la tristeza porque el director del Centro Hispano-Rumano deja el mando para pasar a esta nueva etapa de su vida, nosotros, su equipo, nos alegramos porque sabemos que hemos perdido a un jefe, pero hemos ganado a un gran amigo. Por esa razón, no le decimos “¡Adiós!”, sino “¡Hasta luego!”, deseándole lo mejor en este nuevo capítulo de su vida.
Fue difícil elegir entre la gran cantidad de mensajes recibidos para Daniel Velázquez con motivo de su jubilación, dado el inmenso número de personas que le han conocido y en las que ha causado una excelente impresión. Los mensajes hablan por si mismos:
“Lo que más me sorprendió de Daniel es que forma parte de ese grupo de gente que ha intentado conocer más de cerca a los rumanos, de ir más allá de las apariencias, de la manera de pensar, de actuar, de relacionarse de éstos. Conoció a mucha gente de la cultura rumana, artistas, y visitó Rumania en varias ocasiones. Una vez me confesó que aprecia muchísimo el alma del rumano, la ternura, el sentido común, la discreción, la responsabilidad y el ímpetu para trabajar de los rumanos. Admira también el papel de los padres en la vida de los adolescentes rumanos y me comentó que le sorprendió gratamente como los jóvenes rumanos tienen en cuenta los consejos de sus padres. Tuvimos una excelente relación laboral y estoy convencida de que una pequeña parte del alma rumana se quedará para siempre en su corazón. Le deseo lo mejor y le aseguro que nosotros, los rumanos, no lo vamos a olvidar nunca”. (Lucica Saitis, monitora de apoyo de la Comunidad de Madrid)
“Nuestro querido director Daniel Velázquez, el alma del Centro Hispano Rumano de Coslada, es un referente para todos nosotros como persona, como jefe, su paciencia y su buen hacer son un ejemplo a seguir, nos enseña cada día a ser positivos y con ánimos de trabajar en el sector de la inmigración, que es una tarea dura, pero gratificante”. (Elena Pedroche, administrativa CEPI Coslada)
“Gracias por la generosidad con la que has querido compartir tus experiencias a lo largo de este tiempo. Te deseo todo lo mejor para el futuro”. (Alba García, psicóloga CEPI Coslada)
“Se despide a los que se van lejos, no a los que permanecen siempre con nosotros. De Daniel tengo que destacar su tremenda humanidad especialmente con las personas más desfavorecidas y vulnerables. Nos ha dado con su ejemplo una lección sobre las prioridades de nuestra vida; la más importante, la huella que dejamos en las personas. Por eso espero que siga con nosotros, ya con total libertad de horarios y responsabilidades, ayudándonos a contribuir con nuestro trabajo para lograr una sociedad más justa y solidaria”. (Mercedes Peña Carreño, abogada CEPI Coslada)
“Daniel Feito ha sido durante estos años un magnífico coordinador, siendo para mí una inagotable fuente de consejos en la que apoyarme para desempeñar de la mejor manera posible la labor social que realizamos en el Centro. Siempre he admirado su manera de comprender, querer y respetar la nacionalidad rumana, teniendo en cuenta sus singularidades sin dejar de entender que son las mismas de las del resto de ciudadanos”. (José Miguel Martín Yubero, orientador laboral CEPI Coslada)
“Cada encuentro con Daniel ha sido para mí un verdadero placer. Siempre tan amable, con una sonrisa en la cara y sobre todo dirigiéndose a mí con palabras en rumano – lo que me hizo sentirme tan a gusto en el Centro Hispano-Rumano de Coslada”. (Elena Serb, artesana, voluntaria CEPI Coslada).
“Cuando supe lo de la jubilación de Daniel, recordé instantáneamente los días tan bonitos que pasé en Alcalá de Henares, en la época navideña del 2009 y la muy buena impresión que me causó la conversación con esta gran PERSONA. Quizás porque pude hablar en mi idioma rumano, o porque Daniel conocía mi ciudad Iasi, o quizás porque detrás de la modestia que mostraba, descubrí un carácter noble, un gran profesional y, me imagino, también un buen manager. Solo así se pueden explicar los grandes éxitos del Centro y del equipo hecho de la misma madera que él. Lo que más siento en estos momentos es no haberle agradecido lo suficiente para la generosidad con la que nos dio a nosotros, los artesanos de la asociación ART-Mestesugurile Prutului, la oportunidad de promover la tradición y la cultura rumanas en las numerosas exposiciones y actividades culturales organizadas en el CEPI de Coslada a lo largo de los tres años de colaboración. Para este final y al mismo tiempo comienzo de una nueva etapa en la vida de cualquiera de nosotros, le deseo, querido Daniel, salud, tranquilidad y que siga teniendo siempre el alma joven”. (Silvia Cozminca, presidenta Asociación ART-Mestesugurile Prutului, Iasi – Rumania).
Ana-Maria Marinescu